Las PYMES generalmente invierten en funciones, actualización de procesos o políticas, pero estos manuales o documentos no cobran relevancia hasta que no se miden resultados de la gestión de la gente. Por lo tanto la calidad se empieza a notar cuando es posible incluir indicadores de gestión o medición de resultados específicos.
En nuestros procesos de consultoría cuando garantizamos un seguimiento y medición de resultados, identificamos estas principales situaciones:
- Un 70% de las personas inicialmente son renuentes al cambio o no creen en el mismo (dentro del primer trimestre).
- En un porcentaje del 3% existen personas que prefieren renunciar al considerar «sentir más presión que antes».
- Existe un 5% de personas quienes generalmente conllevan mucha carga laboral por no saber decir NO y ayudan a todos de tal manera, que las funciones de los demás se empieza a convertir en una responsabilidad compartida, descuidando su propia gestión y funciones del cargo.
- Se identifica que las competencias blandas tales como: planificación, comunicación, organización o estilo de liderazgo para saber delegar. Son las causas directas para el incumplimiento de las tareas en las personas que tienen a cargo. Así, surgen las necesidades de desarrollar estas competencias de manera inmediata.
- Llevar a cabo un proceso de identificar funciones, actualizar procesos, medirlos y que generen resultados puede tomar de 3 a 6 meses considerando el tamaño de las empresas.
La calidad del trabajo de la gente siempre iniciará con las herramientas que la empresa le brinde, y entiéndase por herramientas también en la planificación corporativa, delimitar procesos y funciones. De esta manera una empresa puede medir resultados para posteriormente premiar a las personas por una gestión de calidad.
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