Cómo los candidatos ‘de paso’ perjudican a las pequeñas empresas.

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El «Bache» del Desempleo

Por Gente & Gestión – Expertos en Recursos Humanos 

En el mundo laboral, es común encontrarse con profesionales que, tras un despido o una salida voluntaria de su empleo, deciden aceptar un puesto en una empresa más pequeña o con condiciones menos favorables mientras «encuentran algo mejor».

Esta estrategia, aparentemente lógica, puede convertirse en un arma de doble filo: no solo perjudica a las empresas que contratan con expectativas a largo plazo, sino que también puede dañar la reputación y el crecimiento profesional del candidato.

1. El Daño a las Empresas Pequeñas: Contratar para Perder

Las PYMES y startups enfrentan un desafío único al incorporar nuevos talentos: cada contratación representa una inversión significativa de tiempo, recursos económicos y capacitación. A diferencia de las grandes corporaciones, estas empresas operan con equipos reducidos donde cada colaborador juega un papel estratégico. Cuando un empleado ingresa con la mentalidad de que es solo un «trabajo temporal», su nivel de compromiso y productividad inevitablemente disminuye. Además, suele mostrar indiferencia hacia los objetivos organizacionales y, en muchos casos, dedica tiempo laboral a su búsqueda personal de «algo mejor», afectando no solo su rendimiento sino también la dinámica del equipo.

Las consecuencias de esta situación son graves y multidimensionales:

  1. Rotación elevada: La salida constante de personal destruye la estabilidad del equipo, genera sobrecarga de trabajo en los colaboradores que permanecen y crea un clima de incertidumbre que frena el crecimiento de la empresa.
  2. Pérdida de confianza: Las empresas, al detectar patrones de contrataciones fallidas, adoptan una postura defensiva. Se vuelven más reacias a invertir en formación o a delegar responsabilidades importantes, limitando así las oportunidades incluso para aquellos candidatos genuinamente interesados en crecer con la organización.
  3. Costo oculto: El proceso de reclutamiento, selección y onboarding implica gastos directos (anuncios, pruebas psicométricas, horas de entrevistas) e indirectos (tiempo del departamento de RH y líderes de equipo). Cuando un empleado abandona la empresa en poco tiempo, no solo se pierde esa inversión inicial, sino que también se afecta la rentabilidad debido a la curva de aprendizaje interrumpida y la necesidad de reiniciar el proceso.

Esta dinámica perjudica a ambas partes: mientras las PYMES pierden recursos valiosos, los profesionales que adoptan esta actitud queman puentes, dañan su reputación y, paradójicamente, pueden prolongar su etapa de transición laboral al no construir experiencias sólidas en su currículum.

2. El Autoboicot del Profesional: Cuando el «Algo Mejor» Nunca Llega

Muchos candidatos creen que usar una empresa como «puente» no tiene consecuencias, aceptan la condición económica, la distancia o condiciones de empleo pero la realidad es diferente:

  • Queman puentes: Una salida rápida puede generar mala reputación en el sector.
  • Estancamiento profesional: Si no se enfocan en desarrollar habilidades valiosas, su CV pierde fuerza.
  • Frustración laboral: Entrar en un ciclo de saltos cortos sin crecimiento real.

Aceptar un empleo ‘provisional’ suele llevar a omitir esa breve experiencia en el currículum, un detalle que suele detectarse en una entrevista bien conducida. Esto revela una realidad: así como las empresas seleccionan al mejor candidato, también hay profesionales que discriminan oportunidades laborales, cerrándose la posibilidad de crecer junto a quienes les brindaron una oportunidad —quizá en su momento más vulnerable—.

3. Alternativas Realistas: ¿Qué Hacer en Periodos de Transición?

Si estás en búsqueda activa pero necesitas ingresos, considera estas estrategias:

  • Freelance o proyectos temporales: Mantén tu flexibilidad sin comprometerte a un empleo fijo.
  • Capacitación: Usa el tiempo para certificaciones o cursos que sumen valor real.
  • Transparencia: Si aceptas un empleo «de paso», sé honesto con la empresa sobre tus expectativas.

 

Conclusión: Más que un Empleo, una Decisión Estratégica

Tomar un trabajo solo como «catapulta» puede ser una solución a corto plazo, pero a la larga, la falta de compromiso perjudica tanto al mercado como a tu propia carrera.

En Gente & Gestión, nuestra filosofía se basa en la construcción de carreras profesionales estratégicas y sostenibles. Por eso, siempre recomendamos tomar decisiones con visión a largo plazo, priorizando relaciones laborales sólidas y un currículum coherente, libre de omisiones que puedan generar desconfianza en futuros reclutadores.

La transparencia es un valor clave en este proceso: si una oferta laboral no se alinea con tus expectativas profesionales o personales, lo más ético —y estratégico— es comunicarlo abiertamente. Aceptar un empleo como «solución temporal» no solo perjudica a la empresa contratante, sino que también puede afectar tu reputación y crecimiento. Si decides que no es la oportunidad que buscas, es preferible declinar con honestidad en lugar de asumir un compromiso ficticio.

Esta postura no solo fortalece tu marca personal, sino que también contribuye a un mercado laboral más justo y eficiente, donde empresas y profesionales puedan generar acuerdos basados en expectativas claras y mutuo beneficio.

¿Has pasado por esta situación? ¿Cómo la manejaste? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!

¿Necesitas asesoría de empleo o reclutamiento estratégico? Contáctanos a info@genteygestionec.com.

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