Te quedaste sin empleo y te avergüenza pedir ayuda

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Te desvincularon o estás avisado que busques una mejor oportunidad, y después de tantos años recién estás viviendo una situación de estas. Pues lo normal es tener incertidumbre del futuro y lo primero que pienses es en cómo pagarás las deudas. Si cuentas con una liquidación eso te dará un alivio por un tiempo, pero cómo empezar de nuevo, a quien pedir, cómo pedir, qué pedir.

En mi experiencia profesional y personal esto se me hace muy familiar y muchas personas regresan y se acuerdan de los que trabajamos en recursos humanos justo cuando están en una mala situación. Y no creas que no lo notamos, pues entendemos la necesidad y la pena que viven.

 

Lo primero es fortalecer una red de apoyo.

Convérsalo con tus familiares y amigos cercanos, con sinceridad y sensatez. Necesitas ser escuchado. Mientras hayas estado en un alto cargo esto será lo más difícil, porque estarás batallando con tu ego sin darte cuenta.

Crea una estrategia de búsqueda.

  • Empieza a hacer un listado de empresas en las que te gustaría vincularte a laborar, profundizando en el giro de negocio de cada empresa, a qué tipo de industria pertenece, si los valores corporativos se alinean a tus propósitos profesionales.
  • Documenta a qué empresa postulas, qué persona es responsable de esa búsqueda, si cumples o no con el perfil, y si tu no eres la persona déjalo también documentado.
  • No cometas el error de postular a todo lo que ves.

Busca un plan Alternativo 

Mientras envíes tus hojas de vida, mira la posibilidad de emprender un negocio, analiza la inversión que utilizarás y en qué tiempo verás retorno. Qué servicio puedes ofrecer; con quién te puedes asociar o contribuir desde tu experiencia.

Que todas tus esperanzas no sean en ser contratado.

Conecta con otras personas

Comunica a tus colegas, compañeros de estudio o demás profesionales de tu confianza que estás en búsqueda activa de empleo. No debes sentir vergüenza ante una situación que le puede pasar a cualquiera en cualquier momento.

Descansa y ten paciencia.

Cuando una persona no ve resultados se desmotiva y le abre la puerta a las emociones negativas, como el enojo o la tristeza, reconoce a tiempo esa emoción y de dónde proviene. Evita enojarte con las personas que no responden, con los reclutadores o con tus amigos que no pueden ayudarte en el momento. Esto puede traer decepciones, pero evita culpar a otros o querer compartir la responsabilidad de tu búsqueda de empleo con ellos. Permítete descansar, dedicarle tiempo a tu vida espiritual, a aquello que te permita encontrarte con tus dones, con tu propósito de vida. Cuestiónate qué estás aprendiendo de todo esto y cómo puedes ser también una ayuda a los demás cuando ya superes esta etapa.

 

En esta fase de tu vida seguramente apreciarás aquello que ya no forma parte de tu día a día, pueden surgir sentimientos de culpa por no haber prevenido una situación así. Te desmotivarás de las personas que solo te respetaban por la posición que ocupabas y ahora no responden. Tu relación sentimental estará aprueba en la escasez.  No tengas miedo de lo que estás viviendo, ni dudes, ni te avergüences; es una etapa que pasará, utilízala a favor para forjar el carácter e ir al reencuentro con tus dones y vocación. Busca ayuda profesional desde el primer día y evita caer en pensamientos que le abran espacio a emociones negativas y acciones fallidas.

 

Karolina Pazmiño F.

Psicóloga Organizacional, Coach en Management y Liderazgo.

 

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