En estos tiempos de emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial, la atención se ha focalizado en lavarnos las manos, usar mascarillas, mantener la distancia, y quedarnos en casa. Aún con todos estos cuidados la gente en sus casas vive la sintomatología del efecto coronavirus, en Ecuador hasta el 30 de marzo se reportaron aproximadamente más de 2000 pruebas negativas en COVID_19, cuyo resultado son muy similares a una gripe común. Estas circunstancias humanas también están influenciadas por nuestros pensamientos y emociones, que de una manera indirecta afectan también al sistema inmune.
Qué hacer para prevenir y cuidar nuestra mente.
Primero debemos aprender a reconocer nuestros pensamientos, la frecuencia de ellos y la emoción o sentimiento que este nos genera.
Observa con atención tus acciones, lo que lees, las veces que lo lees, las veces que revisas las redes sociales, aquello que conversas con los demás, lo que escuchas, el tipo de película que estás viendo, tus horarios para realizar las cosas, tu higiene y aseo personal. Todo.
Luego empieza a modificar pequeñas cosas, como por ejemplo tu horario de despertar, la rutina de ejercicios, el contenido de lo que eliges ver, cámbialo de ser necesario.
Reconoce que sentimiento tienes en la actualidad, estás sufriendo ante la enfermedad o pérdida de un familiar, te angustia el futuro, el dinero, lo que estés sintiendo exprésalo con el profesional correspondiente. Considerar a un psicólogo no es que tengas un problema mental, es necesidad para tu bienestar integral, no es momento de estereotipar.
Presta mayor cuidado en quien confías tu salud mental
La salud mental es una complejidad muy profunda en la que se conjugan comportamientos, pensamientos, intenciones, condición neuronal, niveles de estrés, entre otros. Esta pandemia nos relaciona directamente con la pérdida, el duelo, la carencia y la dolencia de una manera muy profunda, ten cuidado de no depositar tu salud en NO PROFESIONALES, los únicos profesionales calificados son los Psicólogos en especial los clínicos, pero no están exentos quienes cuentan con otras especialidades como educativa, infantil, organizacional, conductual, acorde al campo de acción que los necesiten.
Las personas que parecerían podrían ayudarte pero NO están calificadas en este tipo de circunstancias son:
|Estrategas de vida | Coach de vida | Instructor personal | Especialistas en desarrollo humano | Ontólogo | Entrenador Mental | Coach en PNL | Formador | Conferencista | Motivador | Orador | Guía espiritual | Influencers | Comunicadores.
Si bien las redes sociales aportan de mucho y estas personas brindan interesantes recomendaciones y frases motivacionales, o cuentan con cantidades masivas de seguidores, es necesario que comprendas que la salud mental es ciencia, no es certificación ni técnicas de preguntas. En estas circunstancias de duelos, ansiedad, angustia. La motivación o el reconocimiento del lenguaje no verbal no profundizará en tu malestar, al contrario abrirá más la herida y podrías no sanar, así que si consideras la ayuda de alguna de estas personas que sea como un aporte adicional a tu cuidado de salud mental.
Acciones específicas diarias que te pueden ayudar y porqué.
La importancia de hacer ejercicios.- No es sólo una creencia popular de que hacer ejercicios nos hace bien y ya, biológicamente el cuerpo responde ante la actividad
física. El hacer ejercicios nos permite liberar endorfinas, este es un neurotransmisor que genera la sensación de felicidad, reduce el estrés, entre otras condiciones positivas. Este neurotransmisor se «activa» ante el contacto físico con los demás, al conectar con la naturaleza o lugares abiertos. En tiempos de cuarentena o de aislamiento en el que tenemos que restringir tocarnos con las personas y no salir, podemos estar limitando esa «sensación» de bienestar y aumentando los niveles de estrés, por tanto hacer ejercicios es indispensable.
Es momento de meditar.- Relajar la mente al menos 10 minutos al día, con el apoyo de audios o sonidos que simulan la naturaleza. El propósito es visualizar salud, paz mental y centrarse en la respiración del momento presente nada más. Esto permite silenciar los pensamientos y simular un estado de paz integral.
Busca información que aporte valor.- Estar viendo noticias negativas todo el tiempo, te inundan las emociones de negatividad, pena y lamento, si bien es importante estar informados también es necesario complementar en otro tipo de aprendizaje, elige algún curso virtual de algo que hayas tenido pendiente por ejemplo: curso de música, marketing personal, entre otros temas.
Administra el tiempo.- Es casi imposible cumplir una jornada laboral de manera virtual sin interrupción, considerando si existen niños pequeños que también requieren atención, organiza el tiempo para trabajar (aunque sea reducido) y destina tiempo para jugar con ellos, hacer ejercicios, las actividades del hogar, entre otros temas de la casa.
El cuidado de los niños.- Es importante jugar con los niños y mediante el juego informarle lo que está sucediendo sin que pierda la confianza y seguridad en él o en su familia. Presta atención a lo que comunicas y lo que conversas entre adultos, los niños lo perciben todo y si en el ambiente hay tensión y preocupación a ellos también les afectará; ¿Cómo les puede afectar? podrías ver qué se estriñe, no puede comer, que tenga dificultades para dormir empiece a tener comportamientos atípicos o resistencia a la disciplina en estos días.
La condición laboral.- Mientras te mantengas físicamente y mentalmente bien, podrás cumplir con tus obligaciones a cabalidad y en estos días de aislamiento es el tiempo para eso. Al retornar a laborar las condiciones físicas no serán las mismas, deberemos conservar las distancias, mantener limpio y desinfectado los equipos de trabajo de uso personal. Además, este tiempo ha permitido unirnos desde la empatía con nuestros compañeros y sus familias.
Evita el estrés.- El estrés no sólo es tener gran cantidad de trabajo, es la carga emocional que te generan los pensamientos o acciones diarias, que al acumularlas empieza a afectar en la salud física como por ejemplo, dolores de cabeza, insomnio, dolor estomacal, resfriados, molestias en general. Por lo tanto, si reduces esa carga de pensamientos o acciones negativas, estás ayudándote a no enfermar ni somatizar posibles enfermedades que no tienes.
Que este tiempo de Quedarse en casa nos permita re-estructurar las prioridades, valorar la vida de los demás, admirar la inmediatez de regenerarse que tiene la naturaleza y cuidar de la salud mental sabiamente.
Autora:
Karolina Pazmiño, Psicóloga Organizacional, coach en management y liderazgo, instructora profesional de buceo recreativo, con 15 años de experiencia liderando las áreas de recursos humanos de diferentes empresas, fundadora y gerente general de Gente & Gestión.
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