Con el auge del coaching y el desgaste de consultores, la línea laboral es muy delgada, por lo que muy fácilmente se pueden confundir estas actividades. Aquí compartimos la diferencia de lo que ejerce un profesional y el otro.
El coach colabora con el cliente para potenciar sus capacidades a través de conversaciones desafiantes, enfocada sobre explorar retos y obstáculos, con la finalidad de alcanzar metas y desarrollar planes de acción. Por ejemplo, un coach puede ser contratado para identificar fortalezas y áreas de desarrollo en ejecutivo y prepararlos para desafíos futuros.
El consultor es un experto que ofrece orientación e información para que el cliente desarrolle habilidades específicas. Por ejemplo, puede ser contratado para colaborar con un ejecutivo en su planificación estratégica en temas similares durante muchos años y guiarlo paso a paso.
Entre un proceso de coaching y un contrato por consultoría, se debe enmarcar con claridad lo siguiente:
- Encuadre de actividades.
- Definir por escrito lo que es coaching y lo que no.
- Firmar acuerdo de confidencialidad y estilo de actividad a realizar.
- Definir acciones a seguir.
Se pueden combinar ambas alternativas, siempre y cuando se especifique en qué momento se cambia de un proceso de coaching a recomendaciones de consultor, en tiempos y momentos distintos.
Fuente:
D. Goldvarg, N. Perel. Competencias de Coaching Aplicadas
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